Al igual que las personas físicas, las personas jurídicas también comunican consciente e inconscientemente. De ahí que, al hacerlo, resulte factible cometer errores que redunden negativamente sobre ellas. En consecuencia, toda empresa, independientemente de su envergadura, precisa elaborar planes de comunicación adecuados para dar a conocer su identidad corporativa y para lograr que sus clientes internos y externos la conozcan y se sientan partícipes de ella, y que, a mayores, otras partes interesadas también la consideren adecuada. Es por ello que, en un entorno cada vez más global y en el que las oportunidades de negocio pueden aparecer en cualquier punto del globo, es preciso incrementar los esfuerzos en el área de comunicación y marketing, atendiendo, para ello, a las estrategias usuales (y también a las más innovadoras) que puedan resultar más adecuadas para transmitir una imagen corporativa acorde con los objetivos previamente planteados por la compañía.
No obstante, pese a la innegable capacidad de internet para acercar a todo tipo de personas con intereses comunes y para mostrarles qué empresas disponen de aquellos productos o servicios que precisan, son aún muchas las firmas que consideran innecesaria su presencia en redes; y, así, es usual que, cuando se acercan a las mismas, ya tienen una huella digital claramente definida y esta no siempre es acorde con la realidad de la empresa o con aquello que, desde la firma, se quiere transmitir.
En esos casos, es preciso definir una estrategia, que contribuya a aportar una información clara, concisa y pertinente, que acabe con los rumores y con la incertidumbre que estos pudieran generar, y a restituir a la empresa su buena reputación on y offline. Lo mismo ocurre, además, cuando es imprescindible atajar situaciones de crisis empresarial, como un escándalo que afecte a alguno de los máximos responsables de la firma, un accidente con graves consecuencias sobre las personas o sobre el medio ambiente, la necesidad de realizar ajustes en la plantilla...
A lo largo de este curso, el alumno descubrirá cómo identificar y segmentar adecuadamente a su target, de cara a centrar sus esfuerzos en acercarse a él; cómo gestionar su comunicación interna, al objeto de que sus trabajadores sean los principales embajadores de la empresa o marca; cómo mejorar su comunicación externa, con el propósito de que incluso los clientes potenciales que aún no pueden acceder a los productos o servicios de una determinada organización ya sean fieles a la misma; y cómo afrontar posibles críticas, convirtiéndolas en oportunidades de mejora y de captación de nuevos clientes.
A medida que avance en la materia de este curso, el alumno descubrirá la importancia de:
El contenido de este curso es adecuado para satisfacer las necesidades formativas de aquellas personas que hayan de responsabilizarse, ya sea interna o externamente, de gestionar la comunicación integral de una empresa y de atajar posibles situaciones de crisis.