Ofrecer un producto de calidad y prestar una atención adecuada no es suficiente para lograr la rentabilidad de un negocio de hotelería, sino que es preciso seguir una estrategia de gestión global.
El Revenue Management busca alcanzar al cliente ideal en el momento óptimo, con el mejor precio y mediante un canal apropiado, permitiendo adaptar las acciones de la empresa a diferentes públicos y condiciones.