Contar con infraestructuras en perfecto estado de uso es fundamental para prestar un servicio adecuado a la ciudadanía, en el que se prioricen tanto la seguridad de sus usuarios como la fluidez del tráfico que las mismas recojan. Es por ello que, para la conservación y mantenimiento de aeropuertos, es preciso contar con personal altamente cualificado en la materia y más concretamente en aquellos aspectos ligados al denominado "lado aire" (air-side), que engloba las pistas de aterrizaje (cuyas dimensiones son variables, siendo las más cortas las que tienen 245 metros de largo y ocho metros de ancho, y las mayores las que llegan a los 5,5 kilómetros de largo y 80 metros de ancho) y las calles de rodaje (o pistas que conectan las de aterrizaje con los hangares y zonas de aparcamiento), además de los hangares y las plataformas (en las que los aviones son estacionados, descargados y cargados, repostados o embarcados).
Para propiciar un servicio de calidad, es preciso conocer las distintas secciones de una pista, los tipos de pavimentos aeroportuarios adecuados para construir o restaurar este tipo de infraestructuras (por ejemplo, en el caso de los hangares, el firme será de hormigón alisado y pintado, con un porcentaje de inclinación inferior al 1 por cien), los elementos se señalización e iluminación a incorporar (por ejemplo, en el caso de las calles de rodaje, las luces de borde, las luces de línea de eje, las barras de luces de autorización o las barras de luces de parada), etcétera. Y, para ello, a medida que avance en este curso, descubrirá, entre otras cuestiones, que las tareas de conservación, en el caso de los aeropuertos, difieren sustancialmente de las operaciones ligadas a la conservación viaria tradicional. No en vano, las cargas aplicadas son notablemente mayores a las que soportaría una carretera de máxima carga legal por eje, por lo que el pavimento habrá de situarse también en rangos mayores; y esto, al igual que la alta velocidad que se alcanza en las pistas de despegue, deriva en esfuerzos de cizalladura importantes, lo que exige conseguir una buena adherencia.
En consecuencia, a lo largo de este curso, el alumno se familiarizará con las distintas particularidades a considerar en los contratos de conservación y mantenimiento de aeropuertos, incluyendo los recursos humanos y materiales necesarios para acometerlos; y las diferentes técnicas a aplicar en cada una de las infraestructuras sobre las que trabaje, a fin de que, durante la ejecución de las obras, ni su funcionalidad ni la seguridad que los distintos elementos que las conforman ofrecen a sus usuarios se vean comprometidas.
A medida que avance en la materia de este curso, el alumno descubrirá las herramientas específicas que le permitirán afrontar las distintas labores vinculadas a la conservación y al mantenimiento de las infraestruturas aeroportuarias. De este modo, podrá propiciar que presenten las condiciones de seguridad y uso adecuadas sin que los trabajos acometidos a tal fin supongan un menoscabo para la fluidez en el tráfico de pasajeros y mercancías.
Para realizar este curso es necesario ser arquitecto, arquitecto técnico o aparejador, ingeniero o personal que realice proyectos de conservación y mantenimiento de aeropuertos.
El contenido de este curso es adecuado para satisfacer las necesidades formativas de ingenieros y responsables del sector de la construcción que hayan de ocuaprse de la conservación, mantenimiento y desarrollo de infraestructuras aeroportuarias.